Volver a buscar los abrazos
Vuelvo a buscar los abrazos, regresar al cálido contacto de los míos, los verdaderos, los que no me van a fallar porque el circulo está cerrado y el vínculo que nunca se rompe me reclama.
He vuelto a buscar esos abrazos en el Sur azul, a la orilla de ese mar inmenso de costas llanas, tan llanas que inunda con la subida de las mareas las marismas que forman el Tinto y el Odiel cuando se abrazan, porque los ríos también se abrazan y juntan sus lágrimas como nosotros juntamos las nuestras. He vuelto a buscar esos abrazos y esos besos, y los he encontrado tal y como los esperaba, cálidos y sinceros.
Besos de mis tías, de mis primas, de la gente a la que quiero y que sé que me quieren, gente que me hace sentir amado y pleno.
Largas charlas delante de una copa de vino, hablando de cualquier cosa, riéndonos de cualquier cosa, ¡que mas da!, si estoy con ellas, cualquier cosa es buena.
Y envolviéndolo todo el mar, ese inmenso mar azul y poderoso que me regala sensaciones únicas con solo mirar su grandeza y el placer de dejarme lamer por él mientras paseo por la playa.
Han sido unos días inolvidables junto a la mujer que me completa, mi cómplice, mi amada, de otra forma no puede ser porque sin ella nada es lo mismo.
Vuelvo a casa completo de ese calor, poco a poco se me irá gastando y sin remedio, pasado un tiempo, tendré que volver de nuevo a buscarlo.